Título:
Errante: Del flâneur a la imagen pictórica
Descripción:
Las calles de la ciudad de Santiago de Cali, fueron el punto de referencia para indagar sobre los distintos modos de habitar de las personas indigentes que habitan las calles de la capital del Valle del Cauca. Este interés se cimienta y va ligado al hecho de darme cuenta de que en la ciudad que habito, coexisten distintos modos de habitar. De esta manera, las personas que habitan las calles de Cali como morada, fundamentan el desarrollo de este proyecto de investigación – creación en pintura.
Errante: Del flâneur a la imagen pictórica
Descripción:
Las calles de la ciudad de Santiago de Cali, fueron el punto de referencia para indagar sobre los distintos modos de habitar de las personas indigentes que habitan las calles de la capital del Valle del Cauca. Este interés se cimienta y va ligado al hecho de darme cuenta de que en la ciudad que habito, coexisten distintos modos de habitar. De esta manera, las personas que habitan las calles de Cali como morada, fundamentan el desarrollo de este proyecto de investigación – creación en pintura.
La intención de indagar a través de la pintura el tema de la indigencia en el espacio público, comenzó como una inquietud personal, es decir, empecé a ver los cuerpos de los habitantes de la calle como manchas de colores fugases sin identidad aparente, pero en realidad ellos son parte vital del entorno urbano de la ciudad de Cali. A partir de esta experiencia sensorial, comprendo que tengo la oportunidad de crear una serie de elementos simbólicos para hacerlos visibles con la pintura, para reivindicar esos personajes anónimos que identifico en los recorridos por ciertas zonas de la ciudad.
Para lograr convertir este proyecto en realidad, se realizó un trabajo de campo, en el cual identifiqué algo que llamo “un momento pre – pictórico”, que consistió en andar la calle de una manera estética, consciente, es decir, como un flâneur a lo Baudelaire como acto reflexivo impulsado por la curiosidad. Este acto de caminar duro más de un año y medio, y se construyó a partir de unos recorridos por diferentes rutas en algunos sectores de la ciudad de Cali que hacen parte de mi cotidianidad, por ejemplo los sectores o barrios como: Primero de Mayo, Limonar, centro y Centenario, los corredores de Pasoancho, Autopista sur oriental y Calle 9.
Esta serie de recorridos urbanos permitieron establecer cierto tipo de contacto o diálogo con los indigentes que habitan la ciudad, que en ciertas ocasiones se complementaron con la ayuda de una cámara fotográfica y un celular, logrando formar un archivo fotográfico o banco de imágenes, que sirvieron como sustento para alimentar el proceso de creación pictórico.
Siempre he pensado que la pintura es un proceso mental que no solo radica en el hacer manual. Todo el tiempo se vive en función de ella y esto comienza desde cómo se observa el mundo. Cuando un pintor comienza a configurar su pintura lo hace con mucha antelación a la tela; las pinturas son habladas, visualizadas, pensadas, escritas, esbozadas. Entonces, fue esencial como pintora descubrirme a través del dibujo, del color, la forma, los formatos, los soportes, el material y el objeto de estudio o campo de reflexión.
De esta manera, el proyecto “del flâneur a la imagen pictórica” lo conforman un conjunto de 6 pinturas a gran formato, que llevan el nombre del lugar o barrio de la ciudad que dio origen a la composición de cada cuadro, por ejemplo: el CAM y San Pascual. Además, este proyecto expresivo se complementa con la serie Fachadas e Intemperie, que son un conjunto de piezas en técnica mixta sobre soportes en lienzo, cemento y metal que exploran la imagen de los indigentes en el hábitat urbano.
Contacto:
https://www.instagram.com/paolarua/
Para lograr convertir este proyecto en realidad, se realizó un trabajo de campo, en el cual identifiqué algo que llamo “un momento pre – pictórico”, que consistió en andar la calle de una manera estética, consciente, es decir, como un flâneur a lo Baudelaire como acto reflexivo impulsado por la curiosidad. Este acto de caminar duro más de un año y medio, y se construyó a partir de unos recorridos por diferentes rutas en algunos sectores de la ciudad de Cali que hacen parte de mi cotidianidad, por ejemplo los sectores o barrios como: Primero de Mayo, Limonar, centro y Centenario, los corredores de Pasoancho, Autopista sur oriental y Calle 9.
Esta serie de recorridos urbanos permitieron establecer cierto tipo de contacto o diálogo con los indigentes que habitan la ciudad, que en ciertas ocasiones se complementaron con la ayuda de una cámara fotográfica y un celular, logrando formar un archivo fotográfico o banco de imágenes, que sirvieron como sustento para alimentar el proceso de creación pictórico.
Siempre he pensado que la pintura es un proceso mental que no solo radica en el hacer manual. Todo el tiempo se vive en función de ella y esto comienza desde cómo se observa el mundo. Cuando un pintor comienza a configurar su pintura lo hace con mucha antelación a la tela; las pinturas son habladas, visualizadas, pensadas, escritas, esbozadas. Entonces, fue esencial como pintora descubrirme a través del dibujo, del color, la forma, los formatos, los soportes, el material y el objeto de estudio o campo de reflexión.
De esta manera, el proyecto “del flâneur a la imagen pictórica” lo conforman un conjunto de 6 pinturas a gran formato, que llevan el nombre del lugar o barrio de la ciudad que dio origen a la composición de cada cuadro, por ejemplo: el CAM y San Pascual. Además, este proyecto expresivo se complementa con la serie Fachadas e Intemperie, que son un conjunto de piezas en técnica mixta sobre soportes en lienzo, cemento y metal que exploran la imagen de los indigentes en el hábitat urbano.
Contacto:
https://www.instagram.com/paolarua/